MUJER MIGRANTE
YOLANDA CHÁVEZ, yolachavez66@gmail.com
LOS ÁNGELES (USA).

ECLESALIA, 11/12/20.- Agar, diste a luz lejos de tu tierra
y el Ángel del Señor salió a tu encuentro en el desierto.
¡Santo es su nombre!
El-Roí-Dios (Gn 16:13),
ve a las que le ven: las mujeres migrantes en cada generación,
a quienes llega Su mirada amorosa y cálida,
de acuerdo con Sus promesas (Gn 16:19).

Por ti Agar, comprendemos:
solo de noche podemos contar nuestras estrellas.

Rut, diste a luz lejos de tu pueblo.
Cumpliste tu promesa de mujer migrante:
“A donde tú vayas iré yo; y donde tú vivas viviré yo;
tu pueblo será mi pueblo
y tu Dios será mi Dios” (Rut 1: 16).
Tu vientre germinó la semilla del árbol de la salvación:
¡Santo es su nombre!
Obed, padre de Jesé y Jesé padre de David.

Por ti Rut, comprendemos:
La solidaridad hace florecer los desiertos culturales.

María, Madre de Jesús,
imagen viviente de la mujer emigrante: llena de gracia.
Diste a luz a tu Hijo lejos de casa (Lc 2,1-7)
y te viste obligada a huir a Egipto (Mt 2,13-14).
En ti somos benditas todas las generaciones (Lc 1:48).
A través de ti,
Dios sigue haciendo grandes cosas.
¡Santo es su nombre!: Mi Salvador (Lc 1:47).
Palabra encarnada que es dada a LUZ constantemente.

Por ti María, comprendemos:
En el silencio nace la Palabra del Amado.

Santo, Santo, Santo sea su nombre,
Ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos.
Amén.

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